jueves, 27 de noviembre de 2008

Ojo avizor


La tremenda ola de frío que está barriendo el norte del continente comienza a afectar a las especies irruptivas. Los primeros en caer han sido los ampelis (Bombycilla garrulus), que estos días están no están dejando fruto en árbol alguno del Reino Unido.

Para ver algunas de las múltiples imágenes de esta especie obtenidas por los británicos horas atrás basta con pinchar justo aquí.

Y por si fuese poco el tsunami boreal se extiende por tierras holandeses, donde los twitchers están poniéndose las botas, entre otras cosas, con algún que otro búho nival (Bubo scandiaca) que estos días hace las delicias de tantos y tantos enfermos inyectados con el virus listero, individuos éstos especialmente abundantes por aquellos lares. Al menos son dos las estrígidas nórdicas -fotos aquí- que en estas calendas se pasean por la zona...

Pero no todo se acaba aquí. No. Parece ser que una notoria masa de pardillos sizerines de la subespecie nominal (Carduelis flammea flammea) se está dejando ver también por el país de los tulipanes y los canales...

A estas alturas sobra decir que unos pocos de estos fringílidos -aunque de la subespecie británica C.flammea cabaret- campan por nuestra península esperando a que los ornitólogos sean quien de dar con ellos. Y como los neerlandeses no conocen de treguas, va este Artic Redpoll (Carduelis hornemanni).

Del gerifalte (Falco rusticolis) que se dedica a saltar de azotea en azotea asustando viejecillas sin comentarios. Este es el intruso pidiendo asilo. Si es que, cuando hace frío, el que más y el que menos se busca la vida como puede.

Esto no es más que una muestra del peligro que tiene Holanda en otoño...

Pues eso, como dice el título del post, ojo avizor porque el ampelis está llamando a nuestra puerta. ¿Qué apostamos?

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Carduelis flammea cabaret


De vuelta a la vida cotidiana, caigo en la misma con una interesante observación: Carduelis flammea cabaret. Descubierto por el compañero Pablo Fernández en una pequeña aliseda (Alnus glutinosa) próxima a la playa de Peñarronda, a caballo de los concejos astures de Castropol y Tapia de Casariego, varios han sido los ornitólogos norteños que se han aproximado al lugar buscando a este escaso fringílido.

Sin haber quedado, y por casualidad, tanto Pablo como quien escribe fuimos a coincidir en nuestra llegada a la zona. Ataviado con prismáticos y botas de goma Pablo, y con telescopio yo, buscamos al ave desde diferentes puntos. Uno adentránose en la húmeda arboleda y el otro repasando las copas desde la distancia.

En un primer momento casi no había lúganos (Carduelis spinus) -7 u 8 aves- aunque sí unos cuantos jilgueros (Carduelis carduelis), verderones (Cardulis chloris) y verdecillos (Serinus serinus). Después de 30 minutos arriban a la masa arbórea un bando de unos 15 lúganos acompañados de pinzones vulgares (Fringilla coelebs).... Pero nada.

Finalmente, luego de esperar prácticamente una hora -y mientras escudriñaba a los lúganos uno por uno- aparece en el centro del visor de mi telescopio un precioso ejemplar de pardillo sizerín (Carduelis flammea) con su llamativo píleo rojo. Colgado de una de las puntas del aliso, la comparación con el resto de aves resulta magnífica. De guía, vaya.

Silvo a Pablo para indicarle que lo he pillado -el lo había oido llegar pero todavía no lograra localizarlo- quien no tarda en disfrutar una vez más del ave. Y ya lleva unas cuantas...

Habían pasado más de 6 años desde mi anterior encuentro con la especie allá en las míticas Highlands escocesas. Previamente había llegado a mis manos ¡¡¡ en 1994 !!! un ejemplar de la subespecie británica capturado por silvestristas en mi localidad natal, Cariño, a finales de 1993.

Pero hoy me he estrenado con el sizerín en los prados estatales. Una menos aquí pues.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Un impasse

Nota breve para señalar que este redactor se está tomando unos días de asueto en sus quehaceres laborales y blogueros.

Dentro de 4-5 jornadas retomaré la actividad con escribanos nivales (Plectrophenax nivalis), reyezuelos sencillos (Regulus regulus) y otras muchas cosas.

Hasta entonces, un saludo.

martes, 11 de noviembre de 2008

Había que actualizar....


"¡¡Ahora sí que vas a actualizar el blog, verás!!".

Con esta sencilla -pero contundente- frase me dejaba bien claro mi amigo David Martínez Lago que la ocasión requería que me desperezase. Tenía razón.

Registros y más registros ornitológicos se están acumulando en mi ordenador (fotos inclusive) y no encontraba el momento de subirlas. Ahora tendré que comenzar por el final.


Ayer lunes, a eso de las 17:40 horas, me llega un sms de David apuntando la presencia de un ejemplar de collalba desértica (Oenanthe deserti) en la playa de Morouzos, Ortigueira. Debo reconocer que me lo tomé a cachondeo... ¿Por qué? Pues precisamente porque en la jornada anterior (domingo) se había localizado otra ave de esta especie en la barra arenosa de Ponteceso. Sonaba a broma el mensaje, dos ya eran demasiadas.

Cabe recordar que solamente se había registrado una collalba desértica en Galicia previamente, y llegan los dedos de una mano para contar las veces que se ha observado en la península ibérica. Pero, como el miedo a que no fuese una broma siempre está ahí, llamé a mi amigo sin más miramientos. El bicho en cuestión era este:


Oenanthe deserti en Morouzos, Ortigueira (Foto: R.Hevia)

Efectivamente, David me juraba y perjuraba que la collalba estaba allí, en ese paraje de nuestra comarca: Ortegal. Impresionante. Y yo en Ribadeo... Tocaba madrugar y hacer parada en Ortigueira en mi regreso hacia Cariño.

A las 8:50 h. de la mañana, y después de 1:40 h. de coche, estaba yo en Morouzos preparando los bártulos cuando llega Ricardo Hevia, otro pajareo local que desafortunadamente estaba alejado de la comarca el lunes. Salimos pitando al arenal y en menos de 5 minutos ya estaba la inquieta collalba en los oculares de nuestros telescopios. Yo que siempre voy con cámara me encontraba sin ella -los asiduos de este blog sabrán lo que he comentado sobre la manida ley de Murphy- pero Ricardo me pasó la suya para tirar "a pelo" estas discretas fotos, salvando así el escollo.


Collalba desértica en la playa de Ortigueira.

El animal se dejaba observar sin ningún tipo de problema, con una actitud inquieta pero confiada. Visionando el plumaje da la sensación de que se trata de un ave diferente a la localizada en Ponteceso en la jornada previa.


Vista dorsal de Oenanthe deserti. Obsérvese la negra cola.

Nos quedamos a disfrutar el ave durante más de una hora, para luego desplazarnos a la ría "por si acaso". Nada de nada de interés allí. Os dejo una última instantánea de esta escasa especie de la que se viendo varios individuos en el Reino Unido.


Oenanthe deserti. Posible macho de 1º invierno.

Y para finalizar un pequeño video realizado por Ricardo Hevia. A ver lo que el ave resiste en la comarca...




Video de collalba desértica en Morouzos (R.Hevia)

Y como al César lo que es del César: enhorabuena a David Martínez Lago. Menudo fichaje hemos hecho en Ortegal.