lunes, 7 de febrero de 2011

¡¡ El RARO ya está aquí !!


Así es. Un año más, el amigo Pablo Gutiérrez organiza una nueva edición del RARO, en este caso el RARO 2010. Tal efeméride viene a celebrar la observación del ave más extraña -ya sea por su escasez, las inverosímiles circunstancias en que fue descubierta, el número de ejemplares avistados, etc...- de entre todas las citadas en territorio gallego durante el año 2010. Por supuesto, cualquier amante de las aves puede participar y escoger su favorita entre una preselección de 10 citas; podéis verlas aquí. Como curiosidad, indicar que entre las elegidas está un Paíño de Madeira (Oceanodroma castro) observado en aguas de Ortegal desde el Aula do Mar, allá por el 22 de agosto.

El plazo para votar finaliza el próximo domingo 13 de febrero a las 24:00 h.

Este RARO 2010 será recordado por el rosario de novedades que harán, sin duda, las delicias de
tod@s aquell@s ornitólog@s que se animen a participar en el evento.

La principal novedad de esta temporada radica en que el peso de la organización ya no descansa exclusivamente en Pablo, alma mater del proceso, sino que estará flanqueado por dos auténticos raros como lo son Antonio Sandoval "Toñete" y Cosme Damián Romai.

Otro cambio interesante será la marathon ornitológica por tierras de Ortegal, que se desarrollará en la jornada festiva. Para todos aquellos que desconozcan en que consiste tal estilo de competencia, apuntar que no es más que el hecho de tratar de registrar (ver/oir) el mayor número de especies de aves posible en un determinado territorio y durante un período de tiempo acotado (una mañana, una jornada, un fin de semana, etc...). Ver/oir, apuntar, y seguir buscando.

Creo que los que somos originarios de estas tierras partiremos con cierta ventaja (jugamos en casa) de cara a la marathón, pero ¡cuidado!, ya se sabe: en fútbol no hay nada escrito, ya no hay rival pequeño, el campo estaba embarrado....

Y para finalizar, lo mejor de todo, comilona festivo-ornitológica en un conocido establecimiento comarcal aledaño a la ría. Daremos buena cuenta de un sabroso cocido. El ambiente, magnífico, seguro. ¿Te apuntas?.

Más información en el
blog de Pablo.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Feliz Navidad


A pesar de que este año no ha sido para este blog todo lo productivo que hubiese querido, me gustaría haceros llegar mis mejores deseos de cara a las fiestas navideñas y el venidero año 2011, sobre todo a todos aquellos tenaces que de cuando en cuando os asomáis a esta ventana con la esperanza de leer una nueva andanza. Estoy en deuda con vosotros.

Para felicitaros he seleccionado una especie primaveral, como señal anticipatoria del nuevo ciclo vital que una temporada más llegará a nuestra tierra.


Zarcero común (Hippolais polyglotta). J.Miguel Alonso.

Ojalá todos los que amamos las aves podamos disfrutar de los cantos de zarceros, ruiseñores, carriceros, buscarlas y otros "tenores" migradores muchos años más. Y aquellos que todavía no los conozcáis en vivo, os animo a hacerlo.

Vale la pena.

miércoles, 14 de julio de 2010

Nuevos residentes en Galicia: Carduelis citrinella y Carduelis spinus


Debo reconocer que, de entre todas las aves, son los pequeños paseriformes las que más me atraen. Y no es menos cierto que dentro de este amplio grupo son los emberícidos y fringílidos las mayores de mis debilidades. Quizás todo ello se deba a mis correrías infantiles con los prismáticos en mano, o a algún atajo incorrecto por el que discurrieron mis años mozos de la mano de un familiar (felizmente rectificado) pero, sea como fuere, así es. Son mi ojito derecho.

Por eso me alegré -allá por 1998- cuando en el Congreso das Aves de Galicia celebrado ese mismo año en Nigrán leí una ponencia del compañero Xabier Vázquez Pumariño en la que venía a ponerse de manifiesto la reproducción, por primera vez en nuestra tierra, de dos especies de fringílidos: el verderón serrano (Carduelis citrinella) y el lúgano (Carduelis spinus). Los registros, obtenidos ambos en la sierra do Xistral, eran los primeros para ambas especies en Galicia. En ese mismo congreso se presentaba, a la sazón, otra ponencia destacando la cría confirmada de Carduelis spinus en diferentes puntos de la sierra da Capelada.


Macho de Carduelis citrinella en O Xistral.

Con los años se fueron certificando nuevos casos de cría de ambas especies, todos ellos en las sierras del norte del país.
Lo curioso es que repasando la bibliografía se da un hecho un tanto paradójico, y es que no se aportan datos de observaciones de aves construyendo nido, ni siquiera de polluelos en nidales, sino casi que exclusivamente avistamientos de machos, parejas o grupos familiares en áreas y fechas óptimas para la reproducción. A este respecto debe señalarse que, si no me falla la memoria, los únicos casos de localización de nidales fueron los aportados en A Capelada para el lúgano (Carduelis spinus) en 1998.

Viene todo esto a santo de que el pasado día 03/06/2010, el compañero Ricardo Hevia y un servidor localizamos una pareja de verderones serranos (Carduelis citrinella) con aparente comportamiento territorial en la lucense sierra do Xistral. Por falta de luminosidad y otras vicisitudes nos fuimos de la zona sin verificar más que la interesante presencia de esta especie en un lugar aparentemente óptimo para su cría.

Días después (17/06/2010) Luis José Salaverri y yo regresamos a la zona para, después de unas horas de paciencia, comprobar que las aves estaban intentando reproducirse unos centenares de metros más allá de donde los habíamos visto por primera vez. De hecho pudimos apreciar como una pareja (aparentemente la misma) aportaba material a su nido, prácticamente acabado ya. Mientras la hembra entrelazaba pequeñas briznas de hierba no era complicado disfrutar de los llamativos reclamos del macho, usualmente encaramado en alguna copa de conífera cercana...


Carduelis citrinella.

Entre viaje y viaje de las aves, y empleando el telescopio desde una muy prudente distancia, pudimos (no sin esfuerzo) encontrar la pequeña plataforma reproductiva. La distancia y su mimetismo entre las abundantes acículas la hacían casi imperceptible. Una imagen vale más que mil palabras...


Vista inferior (y lejana) de un nido de Carduelis citrinella entre las acículas

Ayer día 13/07/2010 pude volver a comprobar que la citada pareja regentaba el nido. Después de una hora haciendo guardia, y de diferentes observaciones del macho cantando en las copas arbóreas próximas, pude ver como la hembra abandonaba el nido durante breves minutos para alimentarse. Todo parece indicar que están llevando a cabo la incubación o bien que hace pocas horas han nacido los polluelos.

Durante mi espera tuve la fortuna de observar una nueva pareja alimentándose en los árboles así como un macho cantor de lúgano (Carduelis spinus), aparentemente marcando territorio.


Foto más cercana del macho de verderón serrano.

Todas las imágenes anteriores fueron obtenidas en la jornada de ayer mediante digiscoping y, como podréis apreciar, la luminosidad era espantosa (salvo en la foto del nido, que aproveché un rayo de sol perdido para que saliese algo). La cerrada niebla y el orballo dificultaban sobremanera el poder dejar constancia fotográfica de las aves. De hecho, las fotos del macho sólo pude sacarlas cuando el animal tuvo a bien acercarse un poco a mi coche ya que lo habitual era seguirlo con el teles a unos 70-80 metros entre la niebla. Y como el lúgano no quiso aproximarse, pues no hay foto...

En todo caso, creo que la presencia de estas aves es una magnífica noticia para la ornitología gallega.

viernes, 11 de junio de 2010

La becada migradora


Cada temporada, sea primavera, verano, otoño o invierno, nos encontramos en el campo con especies que, como por arte de magia, aparecen "de la nada". A veces tenemos nutrida información sobre las costumbres de la especie, pero usualmente poco solemos saber sobre las desventuras de cada animal -salvo que este haya sido anillado o radiomarcado- por lo que su increible y ajetreada vida suele quedar en el más oscuro de los olvidos. Y esto, si cabe, se acentúa en aves de esas que pasan desapercibidas.

Como suele suceder con las especies declaradas como cinegéticas, las becadas (Scolopax rusticola) reciben multitud de denominaciones en función del área en el que nos encontremos. Entre los apelativos más frecuentes están el de sorda o chocha perdiz. Aquí, en la comarca de Ortegal, esta forestal ave es el objetivo emplumado número uno de los puntos de mira de los cazadores. Pues bien, si alguno de ellos -aunque sea por despiste- cae en esta ventana digital y lee estas lineas, debería saber que, cuando aprieta su gatillo intentando atinar en el zigzagueante vuelo de la sorda, acaba con historias tan preciosas como la que se ha reflejado en las páginas del diario vasco fechas atrás.

La crónica puede consultarse pinchando AQUÍ.

Señor cazador, no persigo la utopía de que usted cese en su empeño de disparar a la intrépida becada. No es eso. Pero, por favor, sepa del esfuerzo llevado a cabo por el pequeño animal al que usted derriba cada invierno en esta comarca donde, solamente, buscan un instante de paz.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Aula do Mar-calendario de salidas


Como cada año, el Aula do Mar del concello de Cariño acaba de hacer público su calendario de salidas ornitológicas marinas.

Para esta temprada 2010, las fechas seleccionadas han sido las siguientes:

- 15 de agosto

- 29 de agosto

- 12 de septiembre

- 26 de septiembre

- 10 de octubre

- 24 de octubre

- 31 de octubre

- 14 de noviembre

Por lo tanto, desde este momento ya se puede efectuar la reserva de plazas. Dado que hay una enorme demanda, se aconseja la máxima premura en la misma.

Se informa de que, excepcionalmente, y si las fechas se viesen claramente desbordadas por la demanda, se podría plantear el ampliar las salidas para permitir así la participación de un mayor número de ornitólogos.

Desde GalicianBirding recordamos a los interesados que para reservar hay que dirigirse a la dirección mail de la embarcación (
auladomar.concellodecarino@yahoo.es) o al tlf. del Aula do Mar (626 483 350), aportando un nombre de contacto, teléfono móvil y número de plazas que se desean.

Un buen ejemplo de las experiencias previas, y de lo que puede ser una de estas salidas marinas puede verse pinchando AQUÍ.

¡¡ Las aves marinas os esperan en Cariño !!

domingo, 14 de marzo de 2010

30 años, y sigues muy vivo, Doctor


Era un renacuajo. Recuerdo que a las 10 de la noche, justo después de emitirse en la, por entonces, única televisión del Estado lo que la gente de pueblo todavía seguía llamando “El Parte”, mis padres nos trasladaban desde la cocina a aquellos sofás de “skay” para esperar un nuevo milagro. Como cada semana.

En pocos segundos, y con las primeras notas de la inconfundible melodía compuesta por Antón García Abril, se hacía el silencio frente a la pantalla de aquella vieja Radiola. Era como el flautista de Hamelin haciendo sonar su instrumento.

“Tan-tan-tan-tan-tan”, “tan-tan-tan-tan-tan”… Y esos lobos recorriendo el horizonte de cualquier serranía de la meseta norte mientras el sol cae en el abismo. Sin solución de continuidad, el poeta recitando las aventuras de un halcón peregrino desperezándose en una gélida mañana de invierno en la meseta de Daimiel, o la inquina mostrada por un águila perdicera al toparse con el rey de la noche, el Gran Duque.


En otras secuencias una nerviosa loba intentaba esquivar el acoso humano trasladando a sus lobeznos de la lobera baja a la lobera alta; tambien se nos explicaba el azaroso ritmo vital del Apodemus silvaticus en sus excavadas galerías, las desventuras del lirón careto o la mítica secuencia (¡¡¡ quién no la ha visto alguna vez !!!) del águila real arrancando bruscamente del cortado a un joven muflón y transportándolo -entre gritos del artiodáctilo- entre las paredes de las cárcavas hasta su nido.

Hoy, 14 de marzo, se cumplen 30 años de la muerte del poeta en los fríos de la lejana Alaska. Nunca llegó a esclarecerse totalmente lo que sucedió en aquel vuelo que le trasladaba junto a su equipo a filmar la carrera de trineos tirados por perros “Iditarod Trail Sled”. Una de sus últimas grabaciones, justamente previa al vuelo, fue la de un contrastante negro cuervo sobrevolando el nevado aeródromo a la par que al doctor se le atribuye la sentencia “qué día más bonito para morir”. Era su cumpleaños.

Con esta simple nota quiero recordar y honrar la memoria del Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, ya que sin su labor divulgativa en tiempos en los que un Real Decreto subvencionaba la persecución y matanzas de “alimañas”, muchos no estaríamos disfrutando de la magnífica naturaleza de la que gozamos ni, posiblemente, un servidor escribiendo un blog de esta temática.


¿Y tú leyéndolo?

miércoles, 17 de febrero de 2010

Cuando las rarezas están dentro de casa. Si Mahoma no va a la montaña…


Aunque esto que voy a escribir a continuación ya se ha venido relatando en numerosísimas ocasiones, no quiero dejar pasar la ocasión de hacerlo constar una vez más, valiéndome a su vez como introducción a un –para mi- sorprendente suceso que me ha tocado vivir tan sólo unas pocas fechas atrás. Comienzo pues…

La observación de aves es algo único, fascinante. Esto no es nuevo para aquellos lectores familiarizados con la materia, es obvio, pero cambiemos el enfoque. Habitualmente aquellas personas ajenas a todo este mundillo que rodea a la ornitología ven, con asombro, como su vecino, familiar o conocido amante de las especies emplumadas vive las más increíbles –y a menudo incomprensibles- peripecias. Madrugones en las frías mañanas invernales para apostarse al pie de una gélida laguna, jornadas completas censando cientos de limícolas en un intermareal bajo un intenso orballo, observando aves marinas bajo chubascos de salitre embarcado a varias millas de la costa, machacando las cervicales durante horas y más horas en un cabo marino mientras miles de aves migran delante de sus ojos o ascendiendo hacia un escarpado circo glaciar bajo un sol de justicia una mañana de julio.
Muchos hemos vivido estas circunstancias, u otras similares.

Con todo, quizás el sumun de la extravagancia dentro de la ornitología moderna se la lleven los twitchers.


Pero, ¿qué es un twitcher?. Pues podríamos definirlo como aquella persona amante de las aves que procura registrar la mayor cantidad posible de especies observadas. Y si son raras, mejor que mejor.

Para conseguirlo no dudará en recorrer cientos de kilómetros con el fin de avistar un ave que horas antes ha sido localizada por algún pajarero local. Por no hablar de los viajes express, con vuelo low cost incluido, a algún país no muy distante (2-3 horas) para “bimbar” (o sea, registrar) las especialidades del lugar. Travesías más largas quizás ya hubiesen de ser categorizadas con otro sustantivo.

Debo reconocer que, de tanto en tanto, me encanta verme inmerso en alguna de estas aventuras, casi siempre embarcado con mi amigo Ricardo Hevia.

Un ejemplo de ello fue aquella tarde de febrero en la que unos ornitólogos holandeses descubrieron una gaviota de ross (Rhodostethia rosea) en Alcázar de San Juan, Ciudad Real. Era la segunda que se observaba en España… A bote pronto dudamos de la veracidad de la cita, sin embargo unas fotografías publicadas a las 22:00 horas no dejaban lugar a la duda. Pues bien, a las 23:00 h. nos pusimos en marcha, llegando a las 07:00 de la mañana al humedal castellanomanchego de la Veguilla.

Una locura, sí, pero la vimos.

Dicho todo esto, igualmente he de reconocer que nunca me había visto en una tesitura como la que me ha tocado vivir entre la pasada semana y la presente.


¿A quién se le ha aparecido una rareza dentro de la casa de su familia política? Y digo más: ¿a quién se le ha aparecido una rareza dentro de la casa de su familia política después de permanecer en la misma vivienda más de 40 años?. Increíble, pero cierto.

La cosa se ha dado -por supuesto- de una manera casual.


Mi mujer, Mabel, me había comentado unas fechas atrás que en su familia guardaban “un pájaro” disecado, animal que, parece ser, había entrado vivo por una de las ventanas del domicilio años atrás, allá por los albores de la década de los 70. Fechas después del comentario, y repasando unas fotografías familiares antiguas, Mabel me dijo “¡¡ ah, mira, este es el pájaro !!”. En la imagen pude apreciar, en un segundo plano, una pequeña ave disecada sobre un televisor.

Me quedé alucinado. Estaba ante una rareza que ni mucho menos me esperaba encontrar. Ayer mismo acudí a fotografiar el ave – que ya mostraba un notable y comprensible estado de deterioro-, obteniendo estas instantáneas:


Vista lateral derecha del ave.


Detalle del plumaje dorsal.


Vista cenital.


Vista lateral izquierda.

¿De qué especie se trata?. Pues un anglosajón quizás diría que se trata de un Corncrake. En nuestro país habrá quien le llame Guión de codornices (Crex crex).

Y tú, ¿qué crees?.