domingo, 20 de enero de 2008

Una visita a la Terra Cha con Javi Cantil


Javi echando un vistazo en prados de A Espiñeira.

Viernes 18, climatológicamente hablando día de transición entre el fuerte temporal de SW de días atrás y el anticiclón que se avecina. Quedamos Javi y yo para acercarnos a la comarca de A Terra Cha para ver como está por allí la cosa.

En la laguna de Cospeito nos encontramos con la grata compañía de Gustavo Martínez, Victor Cabaleiro y la pareja de éste. En cuanto a las aves, poca cosa. Nos cuenta Gustavo que este año no ha sido nada bueno, y hasta parte de las anátidas invernantes parecen haberse ido.

La masa de agua es sobrevolada incesantemente por un nervioso bando de unas 200 avefrías. En la superficie, como más destacable, 4 porrones moñudos (2 parejas).

Tras una hora, y viendo que la cosa no daba mucho más de si, decidimos irnos a los prados de A Espiñeira en busca de pajarillos. Allí nos topamos con un halcón peregrino jovenzuelo, así como con algunos grupillos de zorzal real.
Ya cerca de las antiguas casas de colonos descibrimos un nutrido grupo de fringílidos. Entre ellos descubro rápidamente algunos pinzones reales, especie que junto el escribano palustre eran los objetivos de Javi.

El bando reunía a más de 40 aves, algunas de ellas preciosos machos.


Fringilla montifringilla macho y hembra. Algunos de los más de 40 presentes en A Espiñeira.

Luego de pasar por la Croa -sin mayores notas que destacar- regresamos por el mismo lugar. Más zorzales reales y pinzones reales, pero parecía que se nos escapaban los escribanos palustres.
No fue así. Un bonito bando de 22 aves nos esperaba en una orla de Salix sp. y, como sucediera minutos atrás con los pinzones, pudimos deleitarnos con las libreas ya avanzadas de los machos.

Con los objetivos cumplidos apostamos por una visita a la laguna de Riocaldo, en el municipio de Begonte. Después de 20 minutos llegamos...


Vista parcial de la laguna principal de Begonte.

En los abedulares de las orillas nos daban la bienvenida un confiado y móvil bando de lúganos. Sabíamos de la presencia de garceta grande y del neártico zampullín picogrueso, así que nos pusimos manos a la obra ya que el tiempo de marcharnos comenzaba a aproximarse. Lo primero que nos llamó la atención fue la presencia de 6 somormujos lavancos, todos ellos en aguas abiertas.


Podiceps cristatus. Especie reproductora en Begonte.

En estas aguas también observamos un buen número de cormoranes grandes, así como alguna que otra focha común y garza real.

Poco a poco fuimos rodeando la laguna hasta llegar a la orilla norte, en este punto la presencia de aves era mucho más acentuada. Inmediatamente nos llaman la atención por su blanquecino plumaje una garceta común y dos garcetas grandes. Las dos Egretta alba, una de espaldas a la otra, parecían estar enemistadas.


Egretta alba. No es una imagen de espejo, los dos ejemplares se daban la espalda entre si.

Al poco rato vimos muy cerca de las ardeidas numerosos ánades reales acompañados de 12 porrones comunes y 6 cercetas; en un impasse una hembra de gavilán nos sobrevoló sembrando el pánico entre las aves presentes.

Un par de ornitólogos se acercaban a nosotros. José Otero y Eva Villares fueron la última sorpresa que Begonte nos tenía reservada. Buenos conocedores de la zona, nos informan de que el afamado Podilymbus debería estar justo frente a nuestros ojos pero, por más que lo buscamos no apareció. Y es que, como es bien sabido por cualquier ornitólogo, no siempre se consigue todo lo que se pretende observar.

"Menos mal que a este ya lo había visto", me dije. Pena por Javi, que no pudo completar un repoker de ases en pocas horas. Pero bueno 3 especies nuevas para él: pinzones reales, escribanos palustres y garcetas grandes. Ya caerá en días próximos el zampullín....

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