Esta tarde, embarcado en el "Aula do Mar", hemos recorrido los escarpados y espectaculares acantilados de la costa de Ortegal.
Frente al cabo y a los islotes de Os Tres Aguillóns (de los que tenéis una toma más arriba, en la cabecera de este blog) un escaso pero incesante paso de alcatraces en dirección oeste hacían las delicias de quien escribe. Las aves -en su mayoría subadultas- llevaban el piloto automático puesto, con rumbo invariable.
Entre los mascatos, alguna que otra pardela balear surfeando las olas de 2 metros con una facilidad pasmosa. Las pocas pardelas cenicientas avistadas preferían pasar un poco más mar adentro.
En Os Aguillóns los cormoranes moñudos han abandonado ya sus nidos, siendo fácil encontrarse con familias enteras posadas en los peñascos.
Y poca cosa más. Las gaviotas patiamarillas continúan cuidando celosas sus proles, mientras el trasiego de las aves marinas del norte comienza lentamente a hacerse patente. Que vienen, que vienen...
miércoles, 9 de julio de 2008
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1 comentario:
Muy buenas chavalote. Ya veo que me has agregado al msn asique a ver si hablamos a menudo hombre e intercambiamos conocimientos ornitológicos. Las pardills tengo unos cuantos grupos controlados per la mayoría de las veces solo las ves levantando el vuelo. Posadas y apeonando pocas veces. Venga a ver si hablamos. Chao
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