Aún hay margen, no es cosa de ponerse nervioso. Sin embargo, a estas alturas del año habitualmente ya habrían hecho acto de presencia en la sierra de A Capelada, pero en la presente temporada parece que algo no funciona.
En las últimas semanas el colega Ricardo Hevia y quien escribe nos hemos pasado en diferentes -y no pocas- ocasiones por los altos de nuestra sierra rastreando la presencia de los siempre esquivos, pero interesantes, mirlos capiblancos (Turdus torquatus). Como digo, el resultado hasta la fecha ha sido nulo.
Con todo, el no haber observado algunos otros indicadores de migración prenupcial nos hace pensar en que simplemente estamos sufriendo un ligero retraso en la caída de estos singulares túrdidos. Un factor significativo es la ausencia de otros migrantes en la zona, como por ejemplo las siempre móviles y detectables collalbas grises (Oenanthe oenanthe) o las bisbitas arbóreos (Anthus trivialis), muy visibles por sus vuelos de celo "en paracaídas".
Así que albergamos esperanzas. El margen de maniobra es óptimo hasta la primera semana de mayo, fechas esas en la que por otra parte obtuve mi mayor registro de la especie: 7 aves (4 machos y 3 hembras) en lo alto el monte Limo.
Y es que desde 1994 no nos han fallado. Esperemos que así sea.
miércoles, 15 de abril de 2009
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1 comentario:
Pues nada, nada, a seguir..que aparecerán...
Ya me gustaría a mi participar en esas pesquisas.
Un abrazo para todo Cariño
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