sábado, 9 de mayo de 2009

Pero, ¿quién me ha robado el mes de abril?


Este es, sin duda, una de las expresiones más parafraseadas en los conciertos de Joaquín Sabina, aunque esta temporada bien podría ser el grito de guerra de la mayoría de los ornitólogos gallegos.

Efectivamente, el otrora húmedo mes de abril ha sido, en 2009, muy parco en entretenimiento ornitológico. El paso migratorio de aves inexistente, especies invernantes huidas, las estivales llegando tarde y mal, etc… Un bodrio, vaya.

Si acaso los primeros movimientos por las sierras norteñas de Galicia de los ya anuales buitres leonados (Gyps fulvus) nos han servido como ansiolítico de baja graduación a quienes veíamos con resignación como las hojas del calendario iban cayendo una tras otra sin atisbo de solución. La migración prenupcial parecía haber sido secuestrada.



Buitre leonado al norte de Herbeira (Cariño)

Y así fue. Por más que uno lo ha intentado, por más que los amigos los han perseguido con más ahínco si cabe, los mirlos capiblancos (Turdus torquatus) nos han dado esquinazo en la sierra de A Capelada. Es la primera vez en 15 años que tal cosa sucede, así que tendremos que guardar en la recámara –como oro en paño- el definitivo cartucho para el paso postnupcial, allá por la segunda quincena de octubre.

Era la crónica de una muerte anunciada. Especies tan conspicuas como la collalba gris (Oenanthe oenanthe) bien podrían servirnos como “marcadores” de lo que estaba sucediendo.


“Cero collalbas, cero paso”. Este sería un resumen del logaritmo migratorio en lo que a paseriformes se refiere. Creo que he registrado solamente dos collalbas en –como mínimo- 14 o 15 paseos por las cumbres cariñesas. Desmoralizante.

Y no le sumemos al asunto la lamentable imagen que presentan los bosques de nuestra sierra, arrasados (literalmente) por la ya célebre ciclogénesis “Klaus”.



Desoladora imagen de un pinar de A Capelada.

Y es que ni siquiera los puntuales vencejos comunes (Apus apus) han llegado a tiempo a su cita anual con nuestra tierra, usualmente el 24 de abril (día arriba, día abajo); el primero en llegar se atrasó hasta el día 3 de mayo.


Cernícalo vulgar prospectando el terreno.

En las últimas fechas, el cambio de mes y de vientos predominantes ha provocado que la cosa se haya animado. Sobre todo el paso de limícolas, que parecen haberse puesto ahora todas de acuerdo para arribar en tropel, con el aire de nordeste soplándoles de cara. No debe ser fácil luchar contra los elementos, así que la parada es obligada.


Parte de un bando de 12 ejemplares de Gyps fulvus en Campo da Armada.

Pero, haciendo un análisis global de todo esto, lo que me está resultando especialmente llamativo ha venido –una vez más- de las crónicas y noticias que nos llegan de fuera de nuestras fronteras.


Gyps fulvus en A Capelada.

A lo largo de esta pasada semana parece haberse producido un pequeño influx de aves neárticas sobre la costa occidental europea. Esto no es algo raro, pero el que buena parte de esas observaciones se refiera a paseriformes ya le da otro cariz al asunto.


Vista de las llanuras de O Limo.

Recopilo:

- 29 de abril: Catoptrophorus semipalmatus cerca de Lisboa (Portugal). ¡¡¡ Ojo a la subida de este bicho !!!.


- 1 de mayo: Pheucticus ludovicianus en Suecia.

- 6 de mayo: Tringa solitaria, Shetland (Escocia)

- 8 de mayo: Molothrus ater, isla de Fair (Scotland)


Acantilados y cara norte de Herbeira (Cariño)

Casi nada. Y todo ello sin contar otras americanas como Calidris mauri, Larus atricilla o Chroicocephalus philadelphia.

Así que, cuidadín, cuidadín. Lo importante no es como comienzan las cosas, sino como acaban.


Macho cantor de pinzón vulgar en un pinar de O Limo.

Mientras esperamos nos contentaremos con los cantos de algunas especies residentes.

4 comentarios:

Juanma Tojeiro dijo...

Vaya, veo que ya andan los buitres por A Capelada ¿es pronto o es "normal"?. Creía que lo habitual era que vinieran un poco más adelante, sobre mediados de Junio o así, o eso me parece recordar de las otras veces, como aquella en que incluso fueron noticia en los periódicos y había gente que decía que era imposible que los hubiera aquí.
Un saludo

José Miguel Alonso Pumar. dijo...

Hola Juanma,

El grueso de los buitres suele llegar a las sierras del norte en abril, y su número va incrementándose poco a poco a lo largo de este mes de mayo.

Allá por finales del mes que viene las cifras decaen.

Habrá que ver el efecto que la nueva legislación europea (que recupera la posibilidad de abandonar cadáveres de animales muertos en plena naturaleza) tiene sobre los movimientos dispersivos de esta especie.

En próximas temporadas iremos comprobándolo.

Un saludo.

Amila Salgado dijo...

Lovely captures. I bet this is a raptor migration?

Cristian dijo...

Me encantan las aves y por eso disfruto de fotografiarlas. Desde hace rato queria estudiar una carrera que me vincule con los animales aunque como me va muy bien en matemática capaz cambio. La última semana me saque un 10 en una evaluacion de logaritmos