martes, 27 de mayo de 2008

Sólo había que buscarla...


La de ayer fue tarde dedicada a buscar buscarlas (valga la redundancia) en el noreste de Galicia y en la aledaña Asturias occidental. No se dió mal el asunto.

Localizar un lugar con el hábitat apropiado para la especie y mucha, muchísima paciencia, las claves del éxito. Llevaba unos cuantos intentos infructuosos en la presente primavera (incluida una escucha en la ría de Cariño y Ortigueira), y la verdad es que la tarde de ayer me pareció especialmente propicia en lo climatológico dada la humedad reinante y los chubascos intercalados con claros soleados.



Vista de un hábitat adecuado para observar Locustella naevia.

Luego de deambular por un par de lugares, la suerte me sonrió. Un par de observaciones fugaces de un pajarillo "tipo buscarla" me permitieron centrarme en el ave en cuestión, obviando el resto de "tenores" presentes en la zona. Y no eran pocos...


Buscarla pintoja con ceba entre el herbazal.

No tardó en asomarse una activa Locustella naevia entre las matas de hierba, aunque mi sorpresa fue ver que portaba una nada desdeñable cantidad de insectos en su pico.


Locustella naevia, especie siempre esquiva.

Entre los nervios del observador y lo inquieta que era el ave no pude más que tirarle dos o tres fotos. Luego voló hacia una mata de zarzas, en la que se adentró para salir a los pocos segundos ya sin la ceba. Decidí pues centrar mi atención en ese punto concreto donde había de localizarse el nido y, cada pocos segundos, pude comprobar como ambos adultos aportaban más y más comida al zarzal. Había un nido con polluelos, sin lugar a dudas.

Ya más relajado, me permití disparar alguna instantánea a aquellas aves que, hasta ese momento, no existían para mis ojos.


Hippolais polyglotta cantor.

En definitiva, una jornada de lo más entretenida.

Lo mejor llegó cuando tras una hora y media me disponía a recoger los bártulos. Una de las buscarlas pintojas, como en una muestra de agradecimiento, recorrió los aproximadamente 150-200 metros que me separaban de la ubicación del nidal (desde dónde había estado controlándolas con el telescopio) y se posó justo en una rama a escasos metros de mi. Parecía como si quisiera ofertarme una foto de recuerdo; no desaproveché la ocasión.


Locustella naevia encaramada a un sauce. Obsérvense las rectrices centrales desgastadas.

Y con esto, regreso a casa. Hoy tampoco estuvo mal, y que siga así...

2 comentarios:

Amila Salgado dijo...

Nice shots of the Grasshopper Warbler! It must be a difficult bird to photograph due to its skulky habits ?

José Miguel Alonso Pumar. dijo...

Hi Amila!!

It´s nice to read your opinions aganing.

I think so. The small birds number and it´s skulky habits are the reason that it´s complicated to be able to photograph Grasshopper Warbler. This birds is rare in our country. Only a few pairs are nesting in the spanish north coast.

I have been lucky (and i have a lot of patience) in this ocassion.

Regards