Hoy por la mañana andaba yo currando y lamentándome de mi ausencia en un buen promontorio la tarde de ayer, cuando por una de las ventanas de la oficina veo pasar volando un Corvus albus (que veis en la cabecera de este espacio web, y que en breve vamos a bautizar si seguimos así…). Cosas que suceden en Cariño…
No doy a pensar la de veces que he estado a lo largo de mi vida en Estaca de Bares, y no acabo nunca de acostumbrarme. Por suerte…
Sitio peculiar y único Estaca, sin duda.
Desde hace unas décadas un coruñés llamado Antonio Sandoval forma parte ya de manera natural del paisaje de esta punta –la más septentrional de la península-, sobre todo los fines de semana de los meses de otoño. Aunque de un tiempo a esta parte mi buen amigo Ricardo Hevia no le va a la zaga. A veces me basta con llamarlo al móvil para saber que, si suena el mensaje de “apagado o fuera de cobertura”, es casi seguro que está sobre el acantilado.
Ayer tuvo el bueno de Ricardo una de esas jornadas que da gusto disfrutar en Estaca. Un servidor no pudo acercarse por motivos laborales así que, intentando arreglar lo ya imposible de subsanar, hoy me he pasado por la atalaya.
Justo antes de llegar, el faro.
Faro de Bares.
Y, una vez en el observatorio, me encuentro con quien ya suponía que estaría. También está otro colega, Jesús Ángel Rios, quien me dice que ya llevan un rato pajareando.
Las cifras del día las pone Ricardo, desde las 15:45 hasta las 17:00 h., y son estas:
Alcatraz 558
Gaviota tridáctila 109
Gaviota enana 29
Gaviota cabecinegra 7
Gaviota reidora 1
Charran patinegro 8
Pardela pichoneta 2
Pardela balear 4
Pardela sombria 1
Pardela capirotada 1
Págalo grande 4
Págalo pomarino 1
Alca 100
Arao 17
Alca/arao 121
Frailecillo 20
Negrón común 3
Colimbo chico 4
Con todo a mi me ha tocado una buena pedrea, con muchas tridáctilas, 2-3 gaviotas enanas, un charrán patinegro, 2 pardelas baleares, 4 skuas (uno muy oscuro), algún bando de 9-10 frailecillos, muchos grupillos de alcas –con al menos un par de araos en plumaje estival por el medio, así como ejemplares invernales- y los 4 colimbos chicos (3+1).
Ricardo Hevia al abrigo del observatorio.
No ha estado mal para una visitilla de 40 minutos. Es lo que tiene vivir en esta comarca, que lo mismo te subes a la sierra de A Capelada en 10 minutos, como te asomas a la ría tras 5 o 6 kms., o te pasas por la playa de Cariño de paseo.
¿Y Bares? a poco más de media hora, pero siempre visible desde casa.
Cuando nos marchamos se ve a lo lejos la imponente silueta de Ortegal, y el resplandor de su faro. Más abajo, las muchas lucecillas de Cariño. Parece que va a helar..
martes, 11 de diciembre de 2007
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