viernes, 16 de mayo de 2008
Ya estamos todos
Eso parece, ya han llegado los más rezagados.
Ayer por la tarde hemos visto en la parroquia de Taraza, Valdoviño (A Coruña) un ejemplo de ello. Lo primero un precioso macho cantor de Hippolais polyglotta, con su típico tracateo verbal.
El zarcero común se afanaba en marcar sus dominios desde lo alto de un zarzal. No lejos de este el segundo de los recentemente arribados desde el continente negro: un alcaudón dorsirrojo.
Lanius collurio en Taraza.
El animal, también un macho, cantaba como loco desde el alto de un Salix. Durante la hora que estuvimos disfrutando de su presencia, no dejó de capturar insectos a la vez que repetía su irregular estrofa.
No dejó el animal de aproximarse un poco a nosotros, para ver que se cocía...
Alcaudón dorsirrojo macho.
El ecosistema que el animal regentaba estaba salpicado de arbustos, zarzales, regadíos, vegetación de ribera, etc... muy al estilo de este animal que, en la península Ibérica, tiene como límite sur de su área de cría el famoso Camino Francés que lleva a Santiago de Compostela.
Picanzo vermello, un poquito más cerca.
Por Europa su distribución es muy extensa, si bien en el Reino Unido (donde se le conoce como Red-backed Shrike) solamente ocupa una pequeña parte del sector suroriental de Gran Bretaña.
Para quien escribe esta especie es, sin lugar a dudas, la más hermosa de entre las de su género. Y no solamente porque representa una seña de identidad del verano cantábrico, sino también porque su limpia y colorista librea lo hacen especialmente vistoso.
Tras Taraza, regreso con parada breve en As Forcadas. La primera sorpresa es la presencia de 3 Aythya fuligula, una sospechosa pareja y un macho solitario. A ver que pasa...
Un poco más allá, otras tres aves nadandan. Se trata esta vez de Podiceps cristatus, una pareja y otro individuo suelto.
Pero sin discusión lo mejor llegó en el recobeco del pantano conocido como "el manglar" por los que habitualmente nos acercamos al lugar. Se trata de una de las colas del embalse, formada por un emisario menor, en la que abundan los Salix inundados. Un inquieto fumarel común repasaba la superficie en la procura de insectos. Intentar fotografiarlo fue toda una odisea...
Chlidonias niger en As Forcadas.
El ave presentaba su oscuro y lustroso plumaje reproductor, y no se mostraba especialmente esquivo, muy al contrario, llegó a ponerse a tan sólo unos 4-5 metros de los observadores.
Gaivina negra, en vuelo rasante sobre las aguas de As Forcadas.
Por supuesto, y dada la dificultad, las imágenes se obtuvieron disparando directamente con la cámara.
Pues eso, que estamos todos. De cualquier modo, cualquier nueva llegada será bienvenida.
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2 comentarios:
Hola Miguel:
Hoy estuve en forcadas y posiblemente está criando una pareja de somormujos (puse una foto en el mi blog); no vi ningún fuligula, estaria bien que criasen; hay que estar atentos. ni rastro del fumarel.
Un saludo.
Antonio.
Pues yo tambien vi hoy los primeros dorsirrojos. Poco a poco van llegando todas.
Un saludo
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