lunes, 31 de diciembre de 2007

Un año más

Ya ha pasado 2007. Se acabó este año que empezaba con ilusión y que, para el que escribe, quedará marcado como aquel en que cambió su estado civil.

Cada 31 de diciembre, cada S.Silvestre, me gusta salir en solitario a la ría –aunque sólo sea una hora- para captar la última observación del año, esa que cerrará no sólo los anuarios ornitológicos, sino también mis apuntes de campo. Sé que es algo tan absurdo como efímero –es muy probable que mañana sigan presentes las mismas aves- pero siempre acabo repitiendo el ritual.

Así que esta tarde me acerqué por enésima vez a O Puntal, en Feás.



Tringa nebularia en Feás.

Muchos patos en la bocana de la ensenada de Feás, la mayoría ánades reales y silbones, pero también alguna que otra perla.
En el canal principal, un zampullín cuellinegro y 4 negrones comunes buceaban.



Tres de los cuatro Melanitta nigra de la ría.

También un colimbo ártico se buscaba la vida a base de zambullirse; y parecía no irle mal del todo.

En una de las llanuras intermareales, 140 cormoranes grandes posados, muchos de ellos secando sus alas. Ya había quien comenzaba a lucir sus galas de P.carbo sinensis.

Un poco más allá, 133 garcetas comunes se arremolinaban en la orilla de otra vía de agua menor, donde parecían haber cercado un gran banco de peces, mucho de los cuales saltaban del agua sin saber que, fuera de su medio, los picos esperaban para atraparlos al vuelo. Entre tanta pluma blanca me llamó la atención una silueta…



¿Adivinas lo que es?.

Efectivamente, una garceta grande mezclada con sus primas más pequeñas trataba de no perderse la pitanza. A buen seguro que se trata del ejemplar que lleva ya unos cuantos meses por estos lares.


Egretta alba. Imagen tomada del mismo ejemplar hace meses.

Más hacia el interior del estuario, un juvenil de barnacla carinegra pasta su plato favorito: la zostera.

Y, en la orilla de enfrente, en el puerto de Ortigueira, el bueno de Álvaro Fdz. Polo acompañado de Belén. Me consta que sin duda han disfrutado de la garceta grande.

Entre dos luces visito la playa de A Concha, donde 6 ostreros y 8 vuelvepiedras ponen el punto y final a 2007.

Como decía Mecano:

Y decimos adios y pedimos a Dios
Que en el año que viene
A ver si en vez de un millón
Pueden ser dos.


Pues eso. Un año más.

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